Los lugares donde reflejamos nuestro amor, dolor de corazón y rebelión son los muros de las calles. Los muros se convierten en nuestros confidentes cuando no podemos explicar nuestro problema a nadie, a veces nos entienden mejor que nadie.
Esas paredes solitarias de las calles por todo el dormitorio a veces llegan a un lugar, no solo a nuestro corazón sino también a nuestro estómago. Es la prueba más vívida de nuestro amor por la comida que desborda nuestro corazón, convierten esas calles vacías y desoladas en mapas de sabores.
¡Porque no solo la #poesía está en la calle, sino también la #yemeksstreet!